22 November, 2014

Otras Cosas

Desvió la mirada y permaneció en silencio. Escuchaba su corazón por encima de la música del bar. Estiró el brazo sobre el sillón para rodearla por detrás de los hombros, ella lo miró, y fue ahí cuando se besaron por primera vez.
Después de algún tiempo juntos, la nostalgia comenzó a fagocitarla. Los intentos de conversar fracasaban. Cada vez más seguido, hablaba de extrañar, de haber perdido aquello con lo que había llegado. Dice el Tao Te Ching: “irse es la vida, volver es la muerte”. Él intentó explicárselo, le dijo que volver a su pueblo, con sus viejos, no era la solución. Que podía hacerlo, pero que cada uno tiene que encontrar su propio camino, y que responder a la necesidad de los demás, por mucho afecto que les tengamos, no garantiza la felicidad propia. También le dijo otras cosas, pero nunca supo si las había escuchado.


Transcurrido cierto tiempo, terminó por aceptar que quizás lo que ella necesitaba realmente era regresar. Quizás (pensó) le faltaba recuperar la sensación de su adolescencia, caminar por la vereda del colegio: cerrar las heridas. No lo sabía. Tampoco supo cómo tuvo la fuerza para ayudarla a empacar, para acompañarla hasta la estación y saludarla con un beso.

14 November, 2014

Perfecto

-Un poco arriba del caballo, ¿no te parece?
-Y, estamos en el año del caballo.
-Claro, tiene sentido. Capaz vos deberías empezar a creértela un poco más, y listo.
-Capaz. Capaz todos deberíamos hacer lo que hacen los demás y seguro así mejoran las cosas.
La conversación se me iba para lo tedioso.
-Vos esperás demasiado de la gente. ¿Cuándo te vas a resignar a entender que son todos unos hijos de mil puta?
-Ni bien pueda.
A ninguno de los dos nos causaba gracia la discusión. Ella me comentó, o más bien dijo al aire:
-Nadie quiere cambiar esto.
-Por cagones -exploté-, porque nadie está bien así.
El teléfono tenía cuatro llamadas perdidas y un mensaje. ¿Podría ser cierto que estuviéramos todos enamorados del espejo? Lacan se daba cuenta y lo decía, o alguien que transcribía sus balbuceos creía que lo decía. Yo solamente podía sentir asco. Lacan también decía que el sujeto se identifica con el deseo del otro, de un otro que aparece como la imagen de completud y de competencia.


No resisto la repulsión de ver a la mayor parte de la gente invirtiendo su vida en ser como alguien más, queriendo disolverse en la pertenencia de los grupos, de los clanes y los clubes, despreciando lo que tenemos pero sin animarnos a pegar el salto por miedo a perderlo. Soñando y construyendo una existencia vacía, fabricada para el olvido.
-¿Otra vez con ese disconformismo retórico?
-Dejame en paz.
-Sabés que ese todos no existe, ¿cierto? Sabés que estás hablando de gente con nombre y apellido.
Me quedé mirando el techo.
-¿Entonces qué te pasa? ¿Vas a volver a como estabas antes?
-No entiendo qué opciones me quedan.
-O sea que sí. Perfecto. Seguí culpando a la gente. Claramente es lo que te hace falta.
Suspiré. Pocas personas nos quieren lo suficiente como para decir lo que no queremos escuchar, pero que necesitamos como el agua. Está la gente que disfruta encontrando algo que pueda lastimarnos, sobran esos miserables; pero quienes se arriesgan a perdernos por decirnos la verdad son los realmente incondicionales.

03 November, 2014

Zwitter


Adiós a las ballenas francas y los ocelotes. Vayamos pidiendo la cuenta.
Cumbia nena.
Olvidate.
Hay un amor extraño entre el universo y el vacío. Lo que nos gusta, nos trae problemas.
El misterio es zwitter.
Es la flor del sueño en la mano de la realidad.
Literatura es más que la eterna regurgitación de un todo incomprensible.
Para los que saben, confusión. Para los que más saben, incomprensión.
Pobres tontos. Nos miraban como diciendo no, chicos, esto es la realidad, pero todos sabemos que esto no es la realidad. Es un sueño hermoso del que vamos a despertar muy pronto.
Lo que puedas ver, sentir de cualquier forma, recordar, es mucho mejor que la realidad. En realidad todos estamos durmiendo mientras cultivan nuestra carne. El mundo es una fantasía, y hay un mundo por persona. El cotidiano ejercicio de lo básico es la jactancia de los intelectuales. Es la maestría.
Los atletas todavía se tatúan su nombre en chino, y romper tradicionalmente las leyes sigue siendo irresistible para la supervivencia de la la la mediocridad.
Además, en el momento de darse cuenta, ella prefirió contagiar a alguien para no morirse sola.